
- Editorial: Blackie Books
- Edición: Tapa dura / 216 páginas
- Disponible en: Papel
- ISBN: 9788417059477
- Año: 2018
El libro más difícil de escribir que habrás leído jamás.
«Antes de empezar a leer este libro tienes que saber una cosa: es el libro más difícil de escribir que habrás leído jamás. Porque quien lo escribe no sabe escribir. ¿Cuánto has tardado en leer esta frase? ¿Un segundo? ¿Menos? Pues yo la he tenido que reescribir diez veces. Puede que incluso más. Hace siete años tuve un ataque de epilepsia. Los médicos descubrieron que estaba provocado por una malformación en mi cerebro. Una bomba de relojería que había que desactivar. Me operaron varias veces. En la tercera operación tuve un derrame. La cosa se puso muy fea. Desperté sin poder expresarme con palabras, y tuve que aprender a hablar y a escribir de nuevo. Hablar es muy difícil. Explicar por qué no puedes hacerlo lo es todavía más.»
La autora sufrió un ictus y, tras una operación complicada, quedó paralizada en media parte de su cuerpo y afásica. No podía hablar ni interpretar los textos, ni tampoco escribir.
Olivia Rueda tenía dos hijos pequeños, un marido al que le gustaba cocinar y una profesión vocacional: se dedicaba a explicar historias, ya que era montadora de documentales en la televisión. De repente, todo cambió. Después de un ictus, tuvo que aprender a hablar y a escribir. No sabes lo que me cuesta escribir esto son las memorias de esa recuperación: hermosas, divertidas, sarcásticas y llenas de vida.
Prueba de su esfuerzo de superación es este libro en el que explica su experiencia, aunque dejando claro que no quiere que se considere de autoayuda ni un ejemplo de superación, porque «no todo el que quiere, puede» y esto ella lo ha comprobado en los diversos centros de recuperación a los que ha tenido que acudir.
Olivia da por terminada su faceta de escritora, un trabajo que le produce una fatiga enorme. Ahora prefiere cuidar las plantas y hacer cerámica, sobre todo escuchar el sonido del torno cuando gira.

CATA
Es un libro que rezuma ironía y humor negro. Si llamaba a su pareja le salía un acento de espía rusa de la KGB. «Roberrrrrto… Es por culpa de la lengua, la tengo de trapo todavía (…) Yo sé que no soy tonta, pero me está costando horrores demostrárselo a los demás. Parece una adivinanza: lista por dentro, tonta por fuera, ¿quién es?». Así son los diarios de Olivia Rueda simples y sin pretensiones. Y, aunque no pretende ser un libro de autoayuda, lo cierto es que su lectura puede ayudarte a ver ciertas cosas del mundo con otra perspectiva o, al menos, con algo más de información.
MARIDAJE
Una lectura fácil, directa y sin pretensiones, que se puede disfrutar con un vino que, de la misma manera, sea fácil y sin pretensiones, pero que nos deje un buen sabor de boca y que nos haga almacenar sus detalles en el paladar, y en la memoria. Un vino blanco, sencillo, pero con una uva cuyo nombre resulta difícil de pronunciar … Gewürztraminer. De aromas limpios y marcados, que resulte sedoso, untuoso y de sabor pulcro, pero con una larga persistencia y, por supuesto, un grato recuerdo.