Aspiramos a dar un golpe sobre la mesa y ondear una bandera: la de la lectura. Queremos construir, contigo, el orgullo de la gente que lee. Porque pensamos que leer es una militancia: leer define una manera de ser y estar en el mundo, una actitud intelectual. Leer es un orgullo. Leer es una forma de vida.
Sabemos que leer te hace mejor, que quien lee reflexiona y baraja más dudas que respuestas, que quien lee cuenta hasta diez antes de hacer. Creemos que leer nos cambia: aspiramos a que cada artícul, relató o poema nos sacuda y transforme lo que pensamos.
Los medios nos informan ante manifestaciones ante el descenso de categoría de un equipo de fútbol que no ha pagado impuestos. ¿Por qué no se ha convocado ninguna a favor de la lectura? ¿Que protestas se escuchan en torno a la ley que pretende que se pague por los libros en las bibliotecas? ¿Qué pancartas exigen no zancadillas, sino ayudas para mantenerlas? ¿En qué artículo de la ley se defiende la animación a la lectura desde las aulas? Corren tiempos de preocupaciones hondas, en el que un asunto como el de la lectura puede disolverse. Si cuesta pagar el alquiler, si escasea el trabajo, ¿de qué sirven los libros? De mucho, de todo. Un libro no alimenta, pero sí alimenta. La defensa de la lectura, el orgullo de los lectores, tiene que recuperar un lugar central en la cultura. Tiene que transmitirse y compaginarse: leamos en público, recomendemos libros, dejémonos llevar por el entusiasmo de descubrir una historia y de contarla.